MI CLASE DE PSICOLOGÍA
Y
ahora me planteo como escribir este blog sin que parezca que es que quiero
hacer la pelota o algo parecido, porque realmente no tengo nada malo que decir
sobre las clases de psicología, al igual que las de filosofía.
Realmente
creo que estas clases durante todo el curso me han dado la vida, y más de una
vez lo he comentado con mi compañera Olga. La manera de explicar del profesor
con los míticos ejemplos tontos para que lo entendamos, los que realmente hay
que apuntar, todos los vídeos que nos ha puesto, la de cosas que nos ha
comentado y hemos aprendido fuera del temario como libros, documentales,
historias…
Hacían
que todos los días de la semana fueran días que valieran la pena, aunque el
viernes no tuviéramos clase, pero son viernes.
Es
una de las pocas asignaturas que he disfrutado en clase, que he aprendido, y
que aunque no hubiera estudiado, solo por lo que he escuchado de clase lo he
comprendido y se explicarlo.
Psicología
no es una carrera que me haya llamado demasiado la atención en mi vida, ni
filosofía tampoco, pero después de este curso realmente no me importaría
estudiarlas, cosa que no voy a hacer porque tengo bastante claro lo que quiero
estudiar y a lo que me gustaría dedicarme, pero son opciones que están ahí que nunca
me han gustado y ahora sí.
Para
acabar con esta crítica, si tuviera que decir algo malo, que ni siquiera me
parece mal, porque me parece muy necesario y funciona bastante bien es cuando
dice “Voy a abrir un paréntesis psicopedagógico”, que menos mal que no se ha
repetido mucho a lo largo del curso, pero es una cosa que cuando la hace es
como que te entra miedo, no sé cómo explicarlo pero nos quedamos todos
callados.
Gracias
por haber hecho de mi segundo de bachillerato un poco mejor profe.
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